La tecnología de conducción autónoma ya se aplica en los autos de hoy como sistemas de seguridad y a pesar de las mejoras, el objetivo es lograr que el auto se maneje por sí solo en un ambiente complicado, cosa que asegura ha logrado Wayve con un sistema que no ha requerido sensores o datos previos de la ruta que completó.
Estos avances, que siguen en etapas de desarrollo en muchas armadoras de autos y empresas de tecnología, se logró gracias a un software de aprendizaje automático, que aprende de igual manera que un humano gracias a su inteligencia artificial, unas cámaras y un navegador GPS.
Las calles de Cambridge en Reino Unido fueron las seleccionadas para probar la tecnología sin que tuviera información o datos previos de la ruta, aunado a que tuvo que enfrentarse situaciones de tráfico complejas, como el clima, detenerse en intersecciones o ceder el paso con lo 20 horas de entrenamiento simulado.
“No le dijimos que condujera por la izquierda o que redujera la velocidad en las intersecciones para ceder el paso. Cada aspecto de su comportamiento se aprende de los patrones en los datos”, señala la startup.
¿Por qué es diferente?
Lo que otras empresas de tecnología están desarrollando para la conducción autónoma también se basa en una inteligencia artificial, en los datos recabados por sus sensores y cámaras y en información previa que fue volcada, como mapas, reglas, situaciones de los trayectos.
Wayve por su parte asegura que se basa en proceso de aprendizaje por refuerzo y sin modelo lo que le permite realizar un recorrido nunca antes hecho sin necesidad de volcar datos previos y sin necesidad de radares y sensores, lo que abarataría su producción.
Y aunque aún hay dudas por parte de fabricantes y especialistas del tema sobre cómo actuar ante los miles de imprevistos que suceden en la calle, Jaguar Land Rover para comenzar a probar su tecnología en el SUV eléctrico Jaguar I-Pace.
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